La labor de un Abogado es aconsejar profesionalmente a sus clientes en los problemas legales, y en la vida es difícil encontrar algún ámbito que no esté regulado.
Los siguientes consejos van encaminados a facilitar la elección del Abogado, también a exponer de la forma más adecuada el problema cuyo consejo se solicita.
- En la profesión de Abogado existe total libertad de mercado: lo normal es que todo profesional que tenga ya unos años de experiencia -al menos cinco- tenga capacidad necesaria para afrontar con garantías al menos el 90 % de las cuestiones que se le planteen.
Generalmente no suele ser necesario buscar un Abogado ‘especialista’ en un tema concreto, sino alguien que nos reporte el máximo de confianza… confianza que deberá ser mutua. Si el profesional al que se dirige no se siente capacitado para aconsejarle con el problema planteado, está obligado a indicarlo, bajo riesgo de asumir una responsabilidad civil profesional. - Acuda al Abogado en el primer momento que considere pueda tener un problema. Muchas personas evitan a toda costa acudir a un profesional hasta que alcanzar un punto donde su necesidad es inevitable, ello por miedo a cual pueda ser el importe de la consulta.
El resultado en la mayoría de los asuntos no depende tanto de la interpretación de la Ley que realice el Abogado, como de la pruebas existentes, las cuales deben elaborarse de forma correcta (presupuestos bien realizados, consultas médicas adecuadas, informes periciales, comunicaciones previas…). Un abogado le aconsejará como preparar dichas pruebas de forma adecuada.
Muchas personas prefieren retrasar la consulta a un Abogado por evitar el coste de la misma, y esta actitud implica que muchas acciones preventivas serán ya imposibles, dificultando enormemente, o siendo ya imposible, la defensa del asunto.Si reciben una notificación oficial anoten la fecha de recepción.
Si no pueden permitirse contratar un Abogado, acudan al Colegio de Abogados más cercano.
- Póngase en contacto con el profesional para concretar cita: deberá exponer muy brevemente el problema a fin de evaluar la urgencia del problema. Pregunte cuál pueda ser el coste de la Consulta a fin de evitar sorpresas.
- Prepare TODA la documentación que disponga y llévela al Abogado. Será éste quien decida aquello que es importante y lo que no: muchas veces la clave de un asunto está en los documentos que el cliente consideraba poco importantes. No oculte u olvide documentación.
- Sea puntual: es probable que el Abogado tenga más clientes citados. Acudir a la oficina demasiado pronto tampoco es ser puntual.
- Relate al Abogado la completa realidad del asunto. La relación Abogado-Cliente es una relación con un profesional de la máxima confianza: usted paga la consulta, pero si le oculta información al profesional, muy probablemente habrá tirado el dinero.
En las miles de consultas que probablemente haya realizado un Abogado le habrán sido trasladados hurtos, delitos fiscales, problemas de solvencia, de pareja, agresiones, multas, homicidios… oírle formará parte de su profesión: su nombre y asunto no saldrá de la oficina.
El Abogado intentará centrar el asunto: responda claramente a sus preguntas. El Abogado probablemente deberá interrumpir en numerosas ocasiones su explicación para solicitarle aclaraciones.
Quizás el Abogado necesite leer la documentación detalladamente para estudiar la Ley y Jurisprudencia aplicable al asunto, citando al cliente para otro día. Eso sí, la segunda vez que acuda no deberá abonar una nueva consulta. - En la profesión de Abogado, el cliente NO SIEMPRE tiene la razón, y es su deber comunicárselo.
Tenga en cuenta que usted paga por un consejo: un Abogado no debe tomar decisiones, sino informarle de la realidad jurídica con las diversas consecuencias de sus opciones, pero la última decisión la tomará usted. Huya de los Abogados que realicen manifestaciones tajantes (esto se gana seguro, no tendrá ningún problema), pues en un Juicio nunca hay nada seguro al 100%. Evite también aquellos Abogados que decidan por usted la vía a seguir o manifiesten un exceso de implicación en su problema. - Pague al Abogado la consulta. Le deberá emitir una factura por ello, desglosando Base e IVA.En mi opinión, no debiera encargar el asunto a los Abogados que acceden o piden se les abone la consulta sin emitir factura, en cuanto esta actitud ilícita principalmente demuestra falta de profesionalidad.
- Si tuviese dudas sobre la calidad de la consulta, busque una segunda opinión.
- Cuando decida encargar la gestión del asunto a un Abogado, solicite presupuesto. En caso contrario le serán aplicados los Criterios que publique el Colegio de Abogados de circunscripción.
- Salvo que así quede establecido en este momento, el Abogado cobrará por su labor, NO POR EL RESULTADO FINAL.
No todos los asuntos derivan en un Juicio: en más de la mitad se consigue un acuerdo razonable entre las partes que lo evita. El Juicio debe ser generalmente la última opción. - Un Abogado no tiene obligación de informarle puntualmente de todos los trámites, sino tan sólo de aquellos transcendentes. Con todo, nunca debe negarle acceso a la totalidad del expediente si así lo desea usted, a excepción de las comunicaciones internas entre Abogados o aquellos documentos que el Juzgado ha declarado ‘Confidenciales’.
- La relación Abogado-Cliente debe desenvolverse en el respeto personal y profesional mutuo. Piense que no sólo usted elige al Abogado, el Abogado también tiene máxima libertad para elegir cliente y asunto.
Esperamos que estos consejos le sean de utilidad.